jueves, 9 de junio de 2011

Suelos de Madera: tipos existentes

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Como paso previo para comenzar a hablar próximamente sobre suelos de madera en decoracional, queremos explicaros los diferentes tipos existentes y cuáles son las diferencias entre ellos.

La madera tiene varias características que la hacen muy útil para la construcción, y por ello el hombre la ha utilizado habitualmente:
  • Está presente en todo el mundo, es de muy fácil obtención y es regenerable.
  • Es un material poco denso, por lo que su transporte no es complicado.
  • Es muy resistente como elemento estructural (p.ej. vigas de madera).
  • Es manipulable fácilmente, permitiendo obtener elementos de diversas formas (p.ej. tablas).

Aunque con el desarrollo de nuevos materiales y sistemas de construcción la madera ha dejado de usarse de forma generalizada como elemento estructural, todavía se utiliza ampliamente como elemento decorativo, incluso en pavimentos y revestimientos, que como sabéis es el tipo de productos sobre los que vamos a hablar en decoracional.

Sin embargo, hay una característica de la madera que hay que tener muy en cuenta al utilizarla: se trata de un material altamente higroscópico, es decir, tiene una gran capacidad de absorber y ceder agua al ambiente.

Y además, con los cambios de humedad sufre una notable variación dimensional: cuando la humedad es alta la madera se hincha y cuando la humedad es baja se encoje. Esto sucede simplemente con la humedad ambiente, no es necesario que haya presencia de agua líquida, y es un proceso que se repite continuamente, sin importar los años transcurridos desde la obtención de la madera.

Si tomamos una tabla, esta variación se da fundamentalmente de manera transversal a lo ancho y alto, y en una proporción mucho menor en el largo de la tabla. Como orientación, una tabla de 10cm de anchura puede crecer o encoger varios mm con los cambios de humedad ambiente, aunque el valor depende del tipo de madera.



Es precisamente esta característica la que ha hecho evolucionar los suelos de madera, desde las tradicionales tarimas hasta los modernos suelos flotantes. A continuación os explicaremos los diferentes tipos, sus características y diferencias.


Tarima o Parquet Macizo
Se obtiene directamente del aserrado del tronco.

Para garantizar la estabilidad del suelo con las variaciones de humedad, es necesario siempre fijar las tablas al soporte. Por lo tanto, este tipo de suelos sólo puede colocarse encolado o clavado a unos rastreles inferiores -ver Suelos de Madera: sistemas de colocación [próximamente]-.

Tradicionalmente, desde el siglo XVII en los palacios franceses, se han utilizado tablillas de pequeño formato encoladas al soporte, y desde aproximadamente 1880 tarimas de formato mayor con ranura y lengüeta laterales para mejorar la unión entre tablas y evitar que aparezcan diferencias de nivel entre ellas al ir sufriendo las variaciones de humedad (y por tanto de tamaño) con el paso de los años.

Si las tablas no incorporan un tratamiento de protección previo a la colocación -ver Suelos de Madera: tipos de tratamientos [próximamente]-, habitualmente se aplica un tratamiento "in situ" sobre el suelo instalado, haciendo previamente un lijado de toda la superficie para eliminar cualquier diferencia de nivel entre las tablas.


Con el paso de los años, el continuo movimiento de las tablas por las variaciones de humedad puede favorecer la aparición de grietas entre ellas.

Cuando, debido al uso, se haya deteriorado el tratamiento superficial, puede realizarse un lijado de toda la superficie para eliminar todo el tratamiento existente y puede aplicarse un nuevo tratamiento. Este proceso puede repetirse varias veces, hasta que el lijado alcance la lengüeta (si dispone de ella) o el 50% del grosor de la tabla aproximadamente en el caso de las tablillas.


Parquet Multicapa
Puesto que los suelos de madera macizos suponen un problema en la instalación al ser necesario fijarlos al soporte, en 1941 se desarrolló un suelo de madera compuesto por varias capas colocadas de forma transversal, para conseguir que unas contuviesen la dilatación de las otras, siendo las tablas en conjunto mucho más estables.


La capa intermedia, que como vemos en el gráfico es la más gruesa de todas, está compuesta de tablillas estrechas separadas entre sí y colocadas de forma transversal a la tabla para permitir que continuamente dilaten y contraigan a lo ancho en el interior del pavimento.

Por encima se fija la capa de desgaste, que es la capa de madera visible, y suele tener 3 o más milímetros. Como es fina en comparación con la capa intermedia, cuando intenta dilatar o contraer es "sujetada" por ésta, al estar colocadas a 90º. Sobre esta capa se encuentra el tratamiento superficial de protección, generalmente aplicado en fábrica, y también permite varios lijados para renovar el suelo deteriorado por el uso hasta que se elimine la capa de desgaste.

La contracara es necesaria para conseguir que la tabla completa sea estable. La madera también se dispone a 90º respecto a la capa intermedia.

Con esta construcción de las tablas se consigue que sean mucho más estables, por lo que no es necesario fijarlas al soporte y pueden colocarse de manera flotante -ver Suelos de Madera: sistemas de colocación [próximamente]-, por lo que es el tipo de suelo de madera más extendido actualmente.


Parquet de Chapa de Madera
Como una evolución del parquet multicapa, en 1995 aparecieron en el mercado los primeros suelos de chapa de madera.



En este tipo de suelos, la capa intermedia está formada por un tablero de fibras de madera prensadas, que tiene una mayor resistencia al impacto que la madera aserrada convencional.

Sobre ella se sitúa la capa de madera superior, que es la madera visible en el suelo. Esta capa tiene menos de 1mm de espesor, con dos objetivos: reducir el coste del suelo y mejorar su resistencia al impacto. Cuando un objeto golpea la madera ésta tiende a deformarse, pero en este tipo de suelos, al tener una capa superficial fina y debajo el tablero de fibras se mejora notablemente la resistencia a los impactos.

Como en el caso del parquet multicapa, la contracara es necesaria para dar estabilidad a la tabla.

Este tipo de suelos no permite un lijado posterior, por lo que una vez se haya deteriorado por el uso el tratamiento superficial es necesaria la sustitución del suelo de madera. Sin embargo, el hecho de que los tratamientos superficiales sean cada vez más resistentes permiten su utilización incluso en locales públicos.


Suelo Laminado
Si bien generalmente se considera a los suelos laminados como suelos de madera, principalmente porque su aspecto imita a estos y su forma de colocación es similar, formalmente no puede ser considerado como tal ya que la imagen visible es un papel decorado impregnado en una capa de resinas que aportan resistencia superficial (capa llamada overlay).

Su proceso de fabricación ha evolucionado con el paso de los años. Actualmente existen principalmente dos procesos distintos, que dan lugar a los Laminados de Presión Directa (DPL) y a los Laminados de Alta Presión (HPL). Por tratarse de un material fabricado íntegramente, puede establecerse una clasificiación para determinar su resistencia. Próximamente publicaremos una entrada explicando el significado de los diferentes suelos laminados existentes.





La principal diferencia entre los HPL y los DPL es que en los HPL se fabrica previamente y por separado la capa superficial (papel decorado + overlay), que posteriormente se fija al tablero confiriéndole una mayor resistencia al desgaste y al impacto.


Esperamos que estas breves descripciones os hayan servido para tener las ideas más claras respecto a los diferentes tipos de suelos de madera, y os esperamos en la próxima entrada de decoracional.

1 comentario:

  1. Lo mas curioso es que los laminados son hoy dia, la modalidad mas consumida, y por tanto valorada como madera, cuando no lo es

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